Como buenos observadores que somos, (si, somos) todos vivimos chequeando cada paso que da el vecino, cada palabra que dice el viejo, cada ropa que se pone la muchachita, lo comparona que se apuesto fulana porque ya tiene trabajo. Ah, bueno, hace unos días me he puesto a pensar, a pensar el por qué mi pueblo no hace un cambio, no quiere cambiar. Sigue el colmadero siendo un “lambón”, es que un día fue una amiga del él ha comprar 40 pesos de queso blanco pá la cena de sus carajitos y hasta una mala cara le puso, ella no tiene mucho dinero y to el mundo en el barrio la conoce como la “arrancá”, porque según dicen, siempre vive dando lastima; pero esa señora tiene 3 hijos y su marido murió de un cáncer en la cabeza. El otro día fue el “don” que tiene más dinero del barrio, tiene una buena casa, un vehículo del año, tiene un hijo pá fuera y su mujer está con él, son dueño de medio barrio; el don pide al colmadero 30 pesos de queso blanco y el colmadero le dice: “Tenga la ñapa”, entonces él solo tiene 20 pesos menudo y le dice que luego le trae los 10, el colmadero con una sonrisa le dice: “Deje eso así jefe”.
(“A pero es que tu eres un chismoso) No compadre, lo que pasa es que aquí la gente hace las cosas y quiere “tapar el sol con un solo dedo”,---- (“ Déjese de eso, usted no gana na con contarlo”,) ---- Ya compadre, no voy a seguir hablando de eso. (“Compadre, le voy hacer una pregunta: ¿Por qué Nuria lleva tanta vida?) ---- Ella no lleva vida, ella saca la gente mala a la luz y ayuda… (“Po que vaina Lorenza, ete es un tema viejo, pero ya no sé ni en quien creer”)
(Yo lo que quiero mi paz y mi tranquilidad)
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Con dos millones seiscientos mil pesos al mes.
Cuando todos nos conocemos
En el pueblo pegan muchas frases
- “Dime con quién andas y te diré quién eres”
- “El que anda con cojo al año cojea”
- “No hay mal que por bien no venga”
