Ayer yo lo pude comprobar en vivo y directo. Estuve en Johnny Rockets Santo Domingo (
http://www.johnnyrockets.com.do/). Un querido amigo me propuso almorzar y yo agarré para allá sin dudarlo.
Es hermoso. Primero porque está ubicado en la intersección de la Avenida Abraham Lincoln con Simón Bolívar. Ya sé, lo de Bolívar afea un poco, pero recuerden que en el mismísimo Central Park del Nueva York Grande hay una estatua del señor ese, así que podemos tomarlo como otro indicio de nuestra modernización-nuevayorkichiquitización.
Todo en inglés afuera, el letreto, la publicidad, bien lindo, en color rojo... Ya tú sabes, sin entrar, que ahí está el corazón, la esencia de aquello que hemos logrado ser.
Pero lo mejor sucede adentro: Entras, y TODOS los camareros, al unísono, te dicen: "Hello, Welcome!!!". Sí, ya sé que puede ser un poco incómodo eso de que todo un restaurant se entere de que entraste, pero tranquilos...Tampoco es que cuando vas al baño todos te vuelvan a decir: "Good luck, take it easy" o algo así. No, ellos respetan. Y está todo eso que es hermoso: el menú en inglés, todo lo que vas a pedir o no pedir tiene que ser dicho con sus nombres en inglés, y es diferente...No es igual decir "janbelguel" que decir "Bacon Chedar Single Burguer"....No, es diferente. Y entonces después te sirven, y Nicky la camarera agarra un platico y te hace una "Smiling Face" (carita feliz, ignorantes) con el cachú.
Y lo sensacional, lo magistral es que, así, de la nada, súper espontáneos, alegres y especiales, como son "allá" todos los camareros/as arrancaron, en el medio del restaurant, a bailar (música de fondo incluida) "Shake you move it" (con los pasos de las películas y todo). (si no me creen, pueden buscarlo en you tube, ejemplo:
http://www.youtube.com/watch?v=zIl1R0Eu6hA)
Yo pensé que ahí ya sí pasaba algo raro, porque sé que en el Nueva York Grande toman éxtasis....De hecho, necesitan éxtasis para poder bailar "alegremente", ojalá mezclado con vodka, pero no. Ahí fue que Nicky nos dijo que ellos, al trabajar ahí, tienen "PROMESAS"...sí, "PROMESAS": saludarte y despedirte en inglés (Bay, Thank you!!), hacer la carita feliz en el plato, bailar como payasitos, todo eso es como cumplirle a.... (Ahora me pregunto a quién, a los Haché hijos, que son los modestos dueños??)
Y todo terminó bien Nueva Yor Chiquito. Después de despacharnos todos aquellos manjares, en aquel pedacito de cielo, afuera se pararon dos muchachos, esos muchachos que NO son del Nueva York Chiquito, sino que son los vestigios de la era pre-moderna "dominicana" (esa maldita palabra sí da asco, dominicana, qué es eso???). Es decir, son como el apéndice en los seres humanos, evidencias de que alguna vez no éramos tan evolucionados. Entonces se visten mal, piden comida, piden dinero, tienen mal olor, en fin...
Así que nosotros, como buenos ciudadanos, tomamos el "toro por las astas" e invitamos a estos dos muchachos a pasar. Son Samuel y Randy. Ninguno de los dos había comido en todo el día. Viven en San Cristóbal, y vienen sin dinero a la ciudad a pedir y volver a San Cristóbal. Tienen 14 y 12 años, respectivamente. Limpiaban zapatos, pero hace días no pueden pues se les acabó la pasta y no tienen para comprarla. Samuel vive con 6 personas más en una casa que está al caerse, según nos contó, y Randy vive con su mamá y un hermano. Del padre no tiene la menor idea. Samuel, a los 14 años, está contento pues está en 4to grado (debería estar 5 grados más arriba, no?).
Samuel me pidió que le dijera qué dice en el menú, y me hizo muchas preguntas sobre el Nueva York Grande (si hay personas, si hay matas, si hay montes) y si se habla inglés.
Nadie quería que entraran. Los camareros son de su mismo color, pero se encargan de mantenerlos a raya, de que no crucen la frontera por falta de esa visa que nadie dice pero que existe, que todos saben, "quién es quién". Todos miraban, todos se asustaban. En el Nueva York Chiquito estos vestigios evolutivos causan temor. En una de esas se nos volvió a acercar Nicky. Nos preguntó quién los había sentado allí, a Samuel y Randy. Le dijimos que nosotros. Ella nos dijo "Por aquí se ven muchachos así". Yo le pregunté entonces a Nicky, con su pelo teñido de rubio, que de dónde ella era y cuánto ganaba. Me dijo que vive en el barrio Los Alcarrizos y que 200 dólares al mes es su salario base, sin transporte ni comida, por lo que le debe quedar el 50%. Y anda en guagua. Yo sólo atiné a decirle "Donde tú vives, seguro tienes que ver muuuuuchos muchachos así, no?".
Samuel pidió, Randy también. Un par de buenas hamburguesas y una malteada (shake). Antes que llegaran a la mesa, Samuel me dijo: "Entonces usté' habla inglé'".... Yo le dije "un poquito". Él me volvió a mirar y sentenció "Entonce', usté' e' americano".
Yo recordé a los chiquitos que vi hace unas semanas, de 9 y 6 añitos, que viajaban solitos desde Cristo Rey a pedir dinero en la ciudad, y que también me habían sentenciado a ser "americano".
Me empecé a despedir de mi amigo, de Samuel, de Randy, me levanté bien despacio hasta que, pasando frente a la barra, camino a la puerta que dice "EXIT", acerté a escuchar de Nicky y los demás camareros "Good by........".
Me di vuelta, miré a Nicky, que está tan jodida por los Haché como Samuel, como Randy, como todos nosotros...Tan jodida por los que serviles a los Haché y deseando ser aún más ricos que ellos inventaron esta fantasía apestosa, hedionda, de ser lo que no somos y negar con ello toda la mierda en que estamos nadando... Pues, miré a Nicky y, sabiéndola inocente de toda esa mierda, le dije con una sonrisa: "No, por fa, a mí despídanme en español. Gracias!".
No me despidieron de ninguna manera. Creo que Nicky tomó a mal mi petición. Samuel y Randy se quedaron, seguro pensando en que yo soy americano. Y seguro, seguro, ese día, y hoy, no tendrán que comer.
Así es esto de vivir en el "Nueva York Chiquito", todos jugando a una mentira, todos creyéndosela para sobrevivir. Nicky y Samuel, requete-jodidos ambos, separados por la puerta de cristal de una modernización ridícula, patética, una estafa. Yo recordé a Rafael Cancel Miranda, de mi hermana colonia Puerto Rico: “Cuando finges ser lo que no eres, te conviertes en nada”.