A veces los sentimientos no se pueden expresar a los demás, son tan profundos que solo uno mismo se hace entender.
Hace unos ocho años comencé a tomar fotos con un celular, un Nokia2760, recuerdo que hace seis años le tomé una foto a las nietas de Miguel, tres niñas encantadoras de La Mata de Cotuí, que estaban viviendo con sus abuelos porque su padre enfadado con su madre, encendió la casa donde vivían y se quemó completa, su madre se enfermó bastante por el humo y su padre estaba preso, ellas no se quemaron gracias a la obra de Dios.
El día de reyes volví a verlas donde Miguel, no pude aguantar las lagrimas porque su vida ha sido bastante difícil, y aún así viven con una sonrisa encantadora, (de la misma manera que la escribí hace varios años) Miguel me contaba todo lo que han pasado y aún así se nota una felicidad, sin quejas ni males que han pasado para poder vivir. Hace seis años que ellas jugaban con sus otras tres primas. No sé ni como contar lo que siento. A veces más allá de las palabras quedan los recuerdos, esa sensación de saber la realidad, de saber que para Dios todos somos iguales y que mucha gente comprende de que en la vida es mejor reír en medio de problemas. No sé ni como contar todo lo que siento. Creo que nunca hubiese visto esta realidad si no fuera que por mi propia cuenta comenzara a montear, descubrir lugares nuevos, arriesgarme a subir montañas a conocer gente, a todavía salir y decir que apuesto que por ahí hay personas con buen corazón, que dan abrazos sinceros y que comparten un plato de arroz al vecino que no ha comido a las 12. República Dominicana debe de ser el mejor país del mundo!
Saludos y abrazos!
Saludos y abrazos!
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