Cuando el Charran Real vuela.
La única riqueza que puede poseer un ser humano es la que nunca se termina, esa riqueza de una felicidad proporcionada por su propio ser.
Si de aprender de la vida se trata, hay que aprender que un cuerpo viejo puede tener una mente joven, con un alma nueva, con un espíritu de aventura. Que una vida de hipocresía, de competencia ilógica, de un material que se gasta y se termina, nunca, pero nunca, será remplazado por la razón de una existencia. y tenerlo por seguro, que no es un carro, una casa, un abanico, una licuadora, un helicóptero, un yate... El cuerpo sigue y será siendo más débil que la mente, más falso que el ALMA.
Saludos y abrazos a casi todas y todos!
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