La garza vio la cigüita brincando en el alambrado, la acechaba tranquilamente como si disfrutara verla brincando entre los alambres y los troncos, hasta que en un parpadear la capturó sin piedad, desde mi sensor se veía como la apretaba fuertemente con su largo y poderoso pico mientras ella luchaba por liberarse, se veía su frustración, desesperante, sin oportunidad, hasta tragarla, la cigüita tenía compañeras pero en un momento todas huyeron
.
Solo quedaron sus plumas y mis fotos, con ese momento en mi memoria que me pareció cruel y letal, pero así es la naturaleza que se debe dejar ser.
-Garza Ardea alba comiendo una Coereba flaveola o cigüita común.
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