Algunas marcas con muchos millones, no se atreverían a ir casa por casa regalando sus productos, para que sus usuarios se sientan contentos.
Mientras ellos salen a orar por nosotros, solo con la gracia de Dios, el mundo olvida lo que en realidad tiene valor y se aferra a lo material, ridiculizando lo que en la vida debe de ser más serio, no tanto lo religioso, para los que no creen, si no, darle importancia a tu vida, olvidándonos de tantas vanidades.
Foto gracias A Masiel Reinoso.
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