Amo cuando las amapolas florecen, odio cuando las ciguas palmeras mueren al caer mareadas por el néctar, pero es increíble el color y el clima maravilloso que se pueden ver y sentir en los campos Dominicanos, voy creciendo y como pasan los años, mucho más descubro cosas y me enamoro del campo.
Siempre imagino cómo hubiesen sido 80 años atrás nuestros bosques y nuestra gente.
No sé si solo a mi me pasa, pero siento tanto amor, siento tanto placer cuando estoy en mis lomas, cuando estoy en mi campo!
Viva República Dominicana! y todo lo bello que se encuentra en ella. Dios y nuestros gobernantes ayuden a formar una tierra donde se pueda respirar un aire puro, donde se pueda salir y siempre dar una sonrisa, cerrar los ojos sin miedo, y a la vez abrirlos para apreciar toda esta belleza que solo aquí se puede encontrar.
Apuesto a una mejor Nación!
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