Lo que siempre he pensado.
Si tu regalo fuera una sonrisa sincera, un abrazo eterno, una palabra verdadera, no hiciera falta ir a la tienda a comprar un detalle, no hiciera falta tener pendiente tu cumpleaños, ni fechas, ni calendarios, solo hiciera falta volverte a ver, para sentir lo mucho que nos podemos amar, sin morbo, sin malos pensares, sin importar palabras necias ni chismes absurdos, ni indecentes. Solo tú y yo, como seres eternos, llenos de amor, llenos de poesías y aprecio.
Te amo amiga, amigo, hermano, hermana, aprendamos amar, porque todo se evapora si no es sincero, mientras lo que sale del alma permanece eterno, sin miedo ni falsedad.
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