A pesar de que su nombre científico sugiere una dieta de frutas (C. frugivorus), el chirrí de la Cordillera Central se alimenta mayormente de invertebrados tales como ciempiés, mariposas, hormigas, arañas y algunas semillas.
Busca su alimento caminando sigilosamente entre la hojarasca o cerca del suelo, en sitios con vegetación tupida.
Es un ave tímida, difícil de observar, a menos que se toque su canto, el cual incita una feroz defensa de su territorio. No se conoce cómo son sus nidos, pero se sospecha que deben ser similares a los descritos para el chirrí de Bahoruco: grandes, toscos y en forma de un cuenco parcialmente cubierto. Igualmente, su canto melodioso es muy parecido al del chirrí de Bahoruco con muy leves variaciones, consistente en un enfático y claro silbido chip-chip-swerp-swerp-swerp o bien chirri-chirri-chirrichip- chip-chip, repetido varias veces.
Publicar un comentario