La preocupación, (En todo sentido al que me refiero del
preocupado)
Le está bajando el Bollao |
Cuando menos piensas que una palabra tocará la puerta de tu mente, algo dicho por un
carajito, que la abra de manera en la cual nunca pensaste que se abriría, te
das cuenta de lo tanto que necesitabas abrirla. Por estos lados me he preguntado más de diez
mil veces, en esta mente tan atrasada
que tengo, tan cerrada y tan fuera del “mundo moderno en que vivimos” ¿Por qué usted no puede ver más
allá de esa empalizá llena de alambre de puas?
(Aaah, verdad, que si llega un
chin más pá llá, se puede desgarrar toda la cara con la empalizada)
Sael es el niño de la foto, él estaba en su casa comiendo
con su hermano un buen locrio de pollo, cocinado a buena leña, en el fogón de la casa, por su madre La Morena; como
de costumbre, chequeando este campo tan
bueno y de gente totalmente amigable (Se lo digo porque siempre te quieren
cocinar alguna gallina, y en este caso La Morena me invitó a comer Locrio),
Sael me llama y deja el plato de arroz en el suelo, me llamaba para que le
tomara una foto con el celular, vi su
cara hinchada, pensé que se había dado un golpe, pero me dijo: “Oye, que quería tumbar unas naranjas bien dulces de
la mata que está de aquel lado de la empalizada, la mata de naranja tiene muchos alambres de puas y para el colmo tenía un
tremendo panal de avispas de esas que le llaman campanas, estaba asutao, pero solo me acordaba de la
naranja que me trajo papi que estaba buenísima
y quería más” . Esto fue lo que llevó al “muchacho de la porra” este, a meterse por el alambre de puas, tratar de esquivar
las avispas y fajarle a palos a sus naranjitas, lamentablemente a Sael se lo
comieron esas avispas campanas, me dijo que
ni sabe cuántas le picaron, pero
que se sentía conforme y orgulloso de él mismo tumbar las naranjas
sin necesidad de su padre, aunque tenía ese buche bollao.
Yo, Sael y su hermano |
Escribí esto como a las una y media de la mañana, no quería que se me olvidara lo que me dijo Sael, y no me tomaré el tiempo para revisarlo, si quiere deje un comentario si hay faltas.
Tampoco me importa si cogiste muy enserio la vaina esa que anda diciendo por ahí: “Ay, gran mielda”.
Saludos y abrazos!
3 Responses to ¿Hay que ver más allá de la empalizá?
Te siempre con tus historias tan lindas ! Gracias por compartirlas! :)
me acuerdo de mi pueblo gente buena y humilde te pasate ahy jjj¨ahy gran mierda¨ jjjj
estas son las historias que mas me alegran renunciaria a muchas cosas para q mis hijos puedan conocer o vivir con personas asi un abrazo
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