Un detalle divino...
A sinceridad, yo creía lo mismo cuando estaba pequeño, pero ahora tengo otra creencia, pienso que todas las aves son de Dios, desde la más pequeña, hasta la más grande. Si mis padres desde niño, desde que comencé a andar en mis montes, me hubiesen enseñado que todas las aves son de Dios, tal vez hoy los Guaraguaos, los patos de la Florida, el codorniz, o todas las aves, fueran tan abundantes y sagradas como el ruinseñor. Quiero decir con esto que, la educación en el medio ambiente es tan sagrada como las costumbres, si se enseña a los niños (También a los adultos) sobre la importancia de todas las aves que existen en este país, nuestros ecosistemas fueran tan preciosos como esos que salen en programas de naturaleza, lo mismo sucede con los arboles, las montañas, los ríos y todo nuestro medio ambiente que nos hace falta cuidar, valorar y respetar, hacerlos de Dios, sagrados...
Como el ruinseñor, todas nuestras aves son de Dios, si las cazamos (sin necesidad, sin conciencia) ellas desaparecerán, y solo en dibujos animados o en documentales las veremos volar libremente o las escucharemos cantar tan hermoso.
Hay una necesidad (o muchas)
Es que todavía tenemos tiempo de comenzar a invertir en la enseñanza, en la educación de nuestros niños, jóvenes y adultos, a valorar nuestros ecosistemas, a aprender de ellos, a conocer la fauna, a cuidar los ríos y las montañas. Esto no es un juego o un "dizque", esto es algo real, y todavía hay tiempo. (hay tiempo y recursos)
Como el ruiseñor, necesitamos ver cantar las aves, porque todas son de Dios, y si la cazamos o destruimos su habita, pueden venir "unas más grandes y picarnos la cabeza"
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