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Un viernes que no fue 13.

Y creo que me he levantado con el pie izquierdo

Cuando mi despertador suena a las 5:20 AM me levanto a prepararme para salir a caminar como de costumbre.

Pero cuando estoy preparado ya para Salir que abro la puerta, tremendo aguacero que comienza a caer, ya se me ha dañado la mañana, me acuesto porque no tengo nada que hacer, hasta que mi madre me llama a las 8:30 de la mañana que le salga a comprar unos pescados para ella comer, de inmediato salgo a comprarles los pescados en un campo llamado el “cruce”, Cuando llego, la señora que esta en el puesto me dice siéntate en la sala a esperar a mi hijo que esta buscando los pescados de la presa y llegara como en 20 minutos, yo me siento y como curioso que soy, comienzo a mirar toda la sala, cuando veo una mesa llena de Santos muchos santos, bueno se me sientan 3 hijos de la señora al lado para hablar un poco mientras que llega el pescadero, yo comienzo a preguntarle sobre esos santos que están en la mesa por cierto no eran diferentes santos, eran como 15 imágenes del divino niño todas iguales, en la mesa estaba una décima del divino niño, una Biblia del divino niño hasta un rosario de él, pero muchas imágenes, yo como siempre, le pregunto a la hija y ¿qué dice la décima del divino niño? Bueno parece que esa pregunta le molesto tanto que todos me miraron con una gran cara como para fajarme a palo, me decían furiosos que no pregunte, que eso es algo sagrado, que no hablara de el gran santo, que yo era un fresco, que no tenia que preguntar, que eso es muy sagrado, me asuste tanto con todo eso que me retire de la casa.

Pero lo bueno que acababa de llegar el pescadero compre los pescados y me fui asustado. Cuando llego a mi casa no le cuento nada a mi madre y me cambio para salir a comprar un pastelito de la esquina bien cambiado, entonces encuentro a “Sammy” el pastelitero diciéndome “Mi amor” un hombre diciéndole mi amor a otro hombre, yo bien cambiado para después ir hacia la universidad, cuando estoy caminando frente a agricultura un gran camión que decía “transporte BLANCO” se metió en un hoyo y me lleno de lodo, yo con mi pastelito en la mano, le doy un zumbón y me desgarito para mi casa a bañarme, cuando dan las 5 de la tarde, me cambio para ir para la universidad, me monto en la guagua y llego a las 6, De un momento a otro veo todos mis amigos fuera, y les pregunto: ¿muchachos y ustedes no van pá clase? Cuando ellos me dicen: ¡TIMOTEO PERO LA CLASE ERA A LAS 3 DE LA TARDE!

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2 Responses to Un viernes que no fue 13.

el piano huérfano dijo...

ES uno de esos días que efectivamente es para contar dormir y esperar otro día, no merece la pena darle muchas vueltas, aunque debo amdmitir que me he diviertido con tu relato. gracias.

cronenberg dijo...

Es un relato muy bueno de contar pero muy malo cuando pasas por todo eso, es verdad cuando a una persona todo le esta saliendo mal en un día es mejor quedarse tranquilo en casa y no forzar.

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